El minuto de oro de Albert Rivera fue la guinda a dos debates para recordar. A nadie extraña, después de verlo, que Sánchez intentara esconderse por todos los medios y no debatir. Los debates han movido mucho voto a favor de una alternativa fresca, que mira al futuro e ilusionante. También sin mochilas de corrupción ni pacto alguno con los nacionalistas, lastres que pesan demasiado en el historial de Pablo Casado y el PP. Los españoles quieren que echemos a Sánchez y se decantan mayoritariamente por un proyecto de centro liberal, reformista y que una, como el de Albert Rivera e Inés Arrimadas.
Albert Rivera se ha situado como la alternativa a Sánchez y los separatistas. Los sondeos nos dicen que ya somos la alternativa mayoritaria a Sánchez y que el domingo podemos dar la campanada en las urnas. España se encuentra ante la posibilidad histórica de sacar a Sánchez de la Moncloa y abrir una nueva era en nuestro país, dejando atrás este bipartidismo decadente, sin ideas y que arrastra los pies en la lucha contra la corrupción.
Cada día, muchísimos ciudadanos se están sumando al proyecto ganador de Ciudadanos. Cada vez más constitucionalistas están abandonando el PSOE expulsados por Sánchez y cada vez más liberales están dejando el proyecto agotado, en decadencia y cada vez más conservador del PP de Casado.
El PP está en descomposición, como demuestra el fichaje de Ángel Garrido por Cs. Sánchez sabe que la alternativa es Albert Rivera, por eso hemos visto cómo pierde los papeles con Rivera. Como se vio en los debates, Sánchez tiene miedo de Rivera porque sabe que es el único que puede desalojarle de Moncloa.